En los últimos años, Ecuador se ha convertido en uno de los destinos más atractivos de América Latina, sobre todo gracias al archipiélago de las Islas Galápagos, una auténtica perla naturalista.
Sin embargo, Ecuador también es conocido por la antigua ciudad de Quito, testimonio de la arquitectura colonial española y repleta de antiguos monasterios, plazas y campanarios. Entre las bellezas imperdibles, destaca el centro histórico de cuento de hadas de Cuenca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquellos que disfrutan explorando las tradiciones locales pueden optar por un tour al pueblo kichwa de Salasaca, hogar de algunos de los indígenas más autónomos del país, y visitar el pintoresco mercado de Guamote.
Ecuador no solo ofrece arte e historia, sino también una naturaleza por descubrir. Las Islas Galápagos, un lugar prístino que sirvió de inspiración para los estudios naturalistas de Charles Darwin, el Parque Nacional Cotopaxi que se extiende alrededor de las cumbres del volcán del mismo nombre, un destino ideal para realizar numerosas actividades deportivas, y finalmente, el Parque Nacional Machalilla, una de las reservas de vida silvestre más grandes de Sudamérica, con una mezcla perfecta de paisaje montañoso, ribereño y costero.
Entre los riesgos a considerar para quienes viajan a Ecuador, se debe tener en cuenta que la calidad de la atención médica pública suele ser baja en el país. En las principales ciudades turísticas, como Quito y Cuenca, existen buenas instalaciones privadas con personal médico competente, sin embargo, son particularmente caras.