Si estás planeando un viaje y te preguntas qué hacer en Lisboa, aquí tienes una lista con los 8 mejores lugares que debes visitar. La capital portuguesa es un destino vibrante, lleno de historia, cultura y paisajes impresionantes. Desde sus monumentos históricos hasta sus barrios con encanto, te contamos todo lo que no puedes perderte a la hora de visitar Lisboa.
Uno de los símbolos más representativos de Lisboa. Construida en el siglo XVI, la Torre de Belém es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y un testimonio del pasado naval portugués. Su diseño manuelino y su ubicación junto al río Tajo la convierten en una de las atracciones más fotografiadas de la ciudad. Desde su terraza, disfrutarás de unas vistas espectaculares.
En el pasado, la Torre de Belém servía como fortaleza defensiva contra invasores y controlaba la entrada al puerto de Lisboa. Hoy en día, puedes recorrer sus estrechas escaleras y explorar sus diferentes niveles, incluyendo la sala del gobernador y la capilla. Se recomienda visitarla temprano en la mañana para evitar largas colas y disfrutar de la tranquilidad del lugar.
Ubicado cerca de la Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos es otra maravilla arquitectónica. Su impresionante claustro y la iglesia, donde se encuentra la tumba de Vasco da Gama, son una visita obligatoria. Si buscas qué ver en Lisboa, este monasterio te dejará sin palabras por su riqueza histórica y artística.
Este monasterio se construyó en el siglo XVI para conmemorar el regreso de Vasco da Gama de la India y para simbolizar la riqueza que los descubrimientos trajesen a Portugal. Su arquitectura manuelina se distingue por sus intrincados detalles, columnas esculpidas y arcos góticos. Un paseo por su claustro es una experiencia casi espiritual, donde la luz juega con las sombras a través de los delicados grabados en piedra.
Recorrer el Barrio de Alfama es sumergirse en el corazón de Lisboa. Sus callejuelas empedradas, fachadas coloridas y el eco del fado crean un ambiente mágico. Además, aquí se encuentra el Mirador de Santa Lucía, desde donde podrás admirar la ciudad y el río Tajo. Es un lugar perfecto para perderse y descubrir la esencia auténtica de Lisboa.
Alfama es uno de los barrios más antiguos de la ciudad y resistió el devastador terremoto de 1755, por lo que conserva su trazado medieval. Es el lugar ideal para explorar sin prisa, disfrutando de sus casas con azulejos tradicionales, pequeñas tascas con comida casera y la música de fado que se escucha en muchos rincones. No olvides visitar la Catedral de Lisboa, otro de los emblemas de la ciudad.
Este ascensor de hierro forjado, inaugurado en 1902, conecta la Baixa con el barrio del Chiado. Desde su parte superior, obtendrás una de las mejores panorámicas de Lisboa. Si buscas qué hacer en Lisboa con vistas inolvidables, este elevador es una experiencia imprescindible.
El elevador fue diseñado por un aprendiz de Gustave Eiffel, lo que explica su elegante estructura de hierro con detalles neogóticos. Aunque su función inicial era puramente práctica, hoy en día es una atracción turística muy popular. Desde su plataforma superior, se puede contemplar el Castillo de San Jorge, la Baixa y el río Tajo en un solo vistazo.
Conocida también como Terreiro do Paço, la Plaza del Comercio es una de las más bellas de Europa. Antiguamente, aquí se encontraba el Palacio Real, destruido en el terremoto de 1755. Hoy es un punto de encuentro animado, rodeado de edificios históricos, restaurantes y acceso directo al río Tajo.
Es el lugar ideal para dar un paseo y admirar su magnífica arquitectura, presidida por el Arco de la Rua Augusta, que da acceso a la animada Baixa. En los alrededores, se pueden encontrar cafés históricos como Martinho da Arcada, frecuentado por Fernando Pessoa.
Ubicado en lo alto de una colina, el Castillo de San Jorge ofrece una de las mejores vistas de Lisboa. Sus murallas medievales, jardines y exposiciones sobre la historia de la ciudad hacen que sea una visita esencial para quienes quieren aprender más sobre el pasado de Lisboa.
Este castillo, de origen islámico, fue reconquistado en el siglo XII por los cristianos y desde entonces ha sido testigo de la evolución de Lisboa. Pasear por sus murallas permite obtener vistas panorámicas inigualables, además de explorar sus torres y su museo arqueológico.
Si quieres probar lo mejor de la gastronomía portuguesa, el Mercado da Ribeira es un lugar ideal. Conocido también como Time Out Market, aquí encontrarás puestos con productos frescos y restaurantes de chefs reconocidos. No te pierdas los pasteles de nata, el bacalao a bras y las sardinas asadas.
Este mercado combina lo tradicional con lo moderno, ofreciendo desde puestos de pescado fresco hasta innovadoras propuestas gastronómicas. Es un excelente lugar para degustar un almuerzo variado y conocer el ambiente gastronómico de Lisboa.
Para ver el lado moderno de Lisboa, visita el Parque de las Naciones. Este barrio, construido para la Expo 98, ofrece arquitectura contemporánea, paseos junto al río y el impresionante Oceanario de Lisboa, uno de los más grandes de Europa. Es una excelente opción para quienes buscan qué hacer en Lisboa más allá del casco histórico.
En este distrito también se encuentra la Estación de Oriente, diseñada por Santiago Calatrava, así como una gran variedad de centros comerciales y zonas de ocio. Es ideal para una jornada diferente en la ciudad.
Como comprobamos, Lisboa es una ciudad con un sinfín de lugares por descubrir. Desde su historia marítima hasta su moderna arquitectura, pasando por su gastronomía y su vibrante cultura, la capital portuguesa ofrece experiencias únicas para todos los viajeros. Ahora que ya sabes qué hacer en Lisboa, solo queda preparar tu viaje y disfrutar de todo lo que esta maravillosa ciudad tiene para ofrecer.
Antes de viajar, no olvides contratar tu seguro de viaje a Portugal para disfrutar con total tranquilidad.