Si estás planeando un viaje corto a Francia, Montpellier es una opción ideal para una escapada de dos días. Con su mezcla de historia, modernidad y una energía vibrante, esta ciudad te sorprenderá en cada rincón.
En este artículo, te contaremos qué ver en Montpellier en 2 días, según tu estilo de viaje.
¿Vale la pena visitar Montpellier?
¡Por supuesto! Montpellier es una joya del sur de Francia que combina encanto medieval con un espíritu cosmopolita. Estas son algunas de las razones para visitarla:
- Un clima cálido y soleado durante la mayor parte del año, con más de 300 días de sol anuales. Es el escenario perfecto para recorrer sus calles sin preocuparte por la lluvia, detenerte en una terraza para un café o disfrutar de una cena al aire libre con el suave aire mediterráneo.
- Un casco histórico impresionante, donde cada callejuela es un viaje en el tiempo. El barrio de l’Ecusson, con su trazado medieval, es un laberinto de plazas encantadoras, edificios renacentistas y antiguas puertas de piedra que susurran historias de siglos pasados.
- Una oferta cultural vibrante, con museos y galerías que van desde lo clásico hasta lo contemporáneo. En verano, la ciudad cobra vida con festivales al aire libre, proyecciones de cine en plazas y espectáculos de música que llenan el aire de magia.
- Playas cercanas, como Palavas-les-Flots o Carnon, donde en apenas 20 minutos en tranvía puedes cambiar el bullicio urbano por el sonido de las olas. Perfectas para desconectar, practicar deportes acuáticos o simplemente relajarte con los pies en la arena.
- Gastronomía exquisita, donde la fusión de sabores franceses y mediterráneos se traduce en platos llenos de tradición y frescura. Desde ostras recién sacadas del mar hasta el típico cassoulet, cada bocado es una experiencia inolvidable.
¿Qué ver si eres aventurero?
Si disfrutas la adrenalina y el contacto con la naturaleza, estos lugares te encantarán:
- Parque Zoológico de Montpellier – Más que un simple zoológico, es un pulmón verde con senderos sombreados y una increíble colección de especies exóticas. La entrada es gratuita, lo que lo convierte en un plan perfecto para aventureros y amantes de la fauna.
- Senderos en el Pic Saint-Loup – Un reto para los senderistas. La caminata es exigente, pero la recompensa es una vista panorámica que se extiende hasta el Mediterráneo. Ideal para ver el atardecer.
- Las playas de Palavas-les-Flots – Relájate en sus aguas turquesas o prueba deportes como windsurf y paddle surf. Al final del día, disfruta de un aperitivo en uno de sus bares frente al mar.
- Espeleología en las cuevas de Clamouse – Explora formaciones calcáreas milenarias, algunas iluminadas con luces de colores para resaltar su majestuosidad. Un espectáculo subterráneo inolvidable.
- Descenso en kayak por el río Hérault – Surca aguas cristalinas mientras navegas entre cañones naturales y frondosos bosques. La mezcla de tranquilidad y adrenalina es perfecta para los espíritus aventureros.
- Ciclismo en la vía verde de Lez – Una ruta escénica entre viñedos y antiguos molinos, ideal para desconectar y descubrir la región a otro ritmo.
- Escalada deportiva en Saint-Guilhem-le-Désert – Rodeado de naturaleza y con paredes de roca que desafían a los escaladores, este sitio es un paraíso para los amantes de la altura.
- Paseo en globo aerostático sobre la región – Contempla los paisajes montpellierinos desde las alturas en una experiencia que combina emoción y serenidad.
- Esnórquel en las calas cercanas a Sète – Aguas cristalinas y un mundo submarino lleno de vida hacen de esta actividad una de las más fascinantes del litoral.
- Tour en segway por la ciudad – Descubre Montpellier de una manera original y sin esfuerzo, recorriendo sus calles empedradas y plazas icónicas.
Qué ver en 2 días si eres intelectual en Montpellier
Para los amantes de la historia, el arte y la arquitectura:
- Plaza de la Comedia – Centro neurálgico de Montpellier, siempre lleno de vida. Cafés con terrazas, músicos callejeros y una fuente majestuosa la convierten en un lugar ideal para empezar el recorrido.
- Museo Fabre – Un tesoro del arte europeo con obras de Rubens, Courbet y Delacroix. Cada sala es una ventana a la historia del arte.
- Catedral de San Pedro – Sus imponentes torres góticas y su enorme pórtico la convierten en una de las construcciones religiosas más impactantes de la ciudad.
- Facultad de Medicina – La más antigua de Europa en funcionamiento. Un edificio lleno de historia que ha visto pasar a algunas de las mentes más brillantes de la medicina.
- Jardín de Plantas – Creado en el siglo XVI, este jardín botánico es un oasis de calma en medio de la ciudad, con especies exóticas y rincones ideales para la contemplación.
- Arco del Triunfo – Inspirado en el de París, pero con un toque más íntimo. Desde su cima se obtienen vistas espléndidas del centro histórico.
- Acueducto de Saint-Clément – Una obra de ingeniería del siglo XVIII que evoca el esplendor de la antigua Roma.
- Biblioteca Universitaria de la Facultad de Medicina – Libros antiguos, manuscritos y un ambiente que transporta a otras épocas.
- Pabellón Populaire – Espacio de exposiciones temporales donde el arte y la historia dialogan de manera fascinante.
- Iglesia de Notre-Dame-des-Tables – Una joya arquitectónica reconstruida varias veces a lo largo de la historia, reflejo de la resiliencia de Montpellier.
Montpellier: Qué comer en 2 días si eres amante de la gastronomía
Montpellier es un destino para foodies. Algunos imperdibles culinarios:
- Cassoulet de la región – Un guiso de alubias con carne que reconforta el alma. Puedes probarlo en Le Petit Jardin, un restaurante con un hermoso jardín interior y un ambiente acogedor.
- Ostras de Bouzigues – Extraídas directamente del Mediterráneo, frescas y con un sabor único a mar. El mejor lugar para degustarlas es en Chez François, una marisquería tradicional con vistas al puerto.
- Vinos locales de Languedoc – Tintos potentes y blancos frescos que maridan a la perfección con la gastronomía local. Visita Les Caves du Château, una bodega con degustaciones guiadas y una excelente selección de vinos de la región.
- Tarta de almendras y miel – Un postre tradicional con un equilibrio perfecto entre dulzura y textura crujiente. Disfrútala en Maison Bonnaire, una pastelería con más de un siglo de historia en Montpellier.
Razones por las cuales deberías zambullirte en un microviaje
No siempre es necesario un viaje largo para disfrutar de una ciudad. Montpellier es perfecta para una escapada breve porque:
- Su tamaño compacto permite recorrerla a pie o en tranvía, sin necesidad de perder tiempo en desplazamientos largos.
- Cuenta con vuelos y trenes accesibles desde diversas partes de Europa, lo que la hace una opción fácil de visitar.
- Es una ciudad vibrante pero menos saturada que París o Niza, permitiendo un viaje relajado sin aglomeraciones.
¿Montpellier es peligroso?
Montpellier es, en general, una ciudad segura para los viajeros. Como en cualquier destino turístico, es importante tomar ciertas precauciones, especialmente en zonas muy concurridas o durante la noche.
- Zonas seguras: El centro histórico, el barrio Antigone y las áreas cercanas a la Place de la Comédie son lugares con una fuerte presencia policial y alta afluencia de turistas.
- Precauciones básicas: Evita exhibir objetos de valor en espacios muy concurridos y mantén tus pertenencias seguras en el transporte público, especialmente en horas punta.
- Áreas a evitar de noche: Algunas zonas en los alrededores de la estación de tren Saint-Roch y ciertos barrios periféricos pueden ser menos recomendables después del anochecer.
- Sensación general: La ciudad es vibrante y acogedora, y los locales suelen ser amables con los visitantes. Siguiendo consejos básicos de seguridad, podrás disfrutar de Montpellier sin preocupaciones.
¡No olvides tu seguro de viaje!
Antes de viajar, es fundamental contar con el mejor seguro para viajar a Francia, que te protegerá ante imprevistos de salud, cancelaciones o accidentes.
Montpellier es un destino que vale la pena visitar, y con esta guía podrás aprovechar al máximo tu viaje en solo dos días. ¡Bon voyage!
